viernes, 15 de agosto de 2008

EDITORIAL

El compromiso empieza por uno mismo

En éste mes estamos socializando el valor del compromiso y su práctica bordea todas las esferas de nuestra vida: el compromiso empieza por uno mismo y es ese cumplir con más de lo que se nos pide, cumplir con cuanto hemos empeñado nuestra palabra en el hogar, en el trabajo y en el país.

Hablando del trabajo, pensemos que para adquirir compromiso debemos ante todo conocer la realidad a la que nos enfrentamos: trabajamos en una de las carteras más importantes del gabinete, donde se atienden diversos asuntos de gran impacto nacional y por lo mismo es de vital importancia conocer su misión, visión y objetivos para trazar nuestro plan de acción.

Es una tarea que debe hacerse con alegría, querer lo que hacemos y sentirnos orgullosos de ello, además de imprimirle un gran sentido de pertenencia a nuestro trabajo. Recordemos las palabras del Ministro Valencia Cossio a su llegada al Ministerio cuando nos invitaba a trabajar sin desmayo y sin descanso por el país: el compromiso es ese en el Ministerio, desempeñar nuestras funciones de principio a fin, brindar todo el apoyo que se nos pide, dar un poco más de tiempo cuando se nos necesita y mantenernos actualizados para perfeccionar cada día más nuestra labor en la entidad.

La clave de nuestros logros está en nuestra capacidad para comprometernos. El compromiso implica estar en un estado de ánimo concreto y específico. Cuando estamos comprometidos con algo vemos y oímos diferente: nos sentimos diferentes.

Por último, recordemos una frase del Ministro: “Solamente les quiero invitar a una cosa, el trabajo es una oración, Colombia es nuestro hogar, oremos por Colombia a través del trabajo” (Fabio Valencia Cossio).

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